Me gusta que una cosa me lleve a la otra, y que esa otra a otra, y la otra a otra, y así sucesivamente. Sobre todo cuando cada una de esas cosas se convierte en algo grato y sorprendente. Me pasó con Las serpientes ciegas. Hacia el final del comic, concretamente en la penúltima página -no contaré el final-, donde la acción transcurre en una noche de verano en el Nueva York de 1939 y los protagonistas deciden que es momento de celebrar. El sitio elegido sería la sala Savoy Ballroom, situada entre las calles 140 y 141 en el distrito de Harlem, famosa pista de baile entre los años 1930 y 1950 conocida como pies felices y que a diferencia de las demás de la época sí permitía la entrada a personas que no fueran de raza blanca.
El cómic no se recrea demasiado en la sala, lo realmente importante es la acción que transcurre en ella, pero aun así da un par de detalles de su fachada y el interior bastante significativos. En el recorte se puede ver cómo los protagonistas desfilan por los pasillos del Savoy y en sus paredes algunos de los carteles de la época e incluso algún comentario acerca de ellos: "¡Lástima de Chick! Acaba de morir en un hospital de Baltimore a los 30 años".
Efectivamente, Chick Webb cuyo nombre real era William Henry Webb moriría un 16 de junio de 1939. Considerado uno de los mejores percusionistas de Jazz Swing tuvo una historia peculiar. Nacido en en Baltimore en 1905, jorobado y prácticamente enano debido a la tuberculosis que sufrió en la espina dorsal cuando era niño, trabajó de pequeño repartiendo periódicos para poder comprarse sus primeros tambores y a los 11 años ya tocaba a nivel profesional. Tras trasladarse a Nueva York a mediados de los años 20 y conseguir contratos en diversas salas de la ciudad tuvo sus mejores momentos cuando en 1931 su orquesta pasó a ser la anfitriona del Savoy Ballroom.
En la sala durante aquella época existía un curioso espectáculo llamado big band battles y consistía en que la formación de Webb se medía frente a otras grandes orquestas del momento, como pudieron ser la de Count Basie o la de Mr Benny Goodman (que también aparece en el cómic en uno de los carteles de los pasillos del Savoy). En dicho espectáculo las bandas eran enfrentadas cara a cara en el mismo auditorio, por supuesto, lleno a rebosar (unas cuatro mil personas). ¿ Alguien duda de que el espectáculo debía ser acojonante? Acabaría imbatido.
En 1935 Webb contrató como solista vocal a una joven que acababa ganar un concurso de talentos en el Teatro Apollo, Ella Fitzgerald, considerada años más tarde como la primera dama de la canción. Seguí también recrea en el comic a la perfección el cartel de la época (ver imagen de la izquierda y el recorte del cómic) que anunciaba las actuaciones de Chick Webb y su orquesta con Ella Fitzgerald a la cabeza en el Savoy Ballroom.
En 1938 la salud de Chick Webb empieza a empeorar y delega la responsabilidad de liderar la orquesta en otras personas hasta que finalmente el 16 de junio de 1939 falleciera. Desde ese momento Ella Fitzgerald lideró la orquesta de Webb hasta 1942 cuando decidió emprender carrera en solitario.
Una total jazz connection que cierra el círculo con dos de los últimos vinilos que precisamente esta semana han caído en mis manos: Mack the knife de Ella Fitzgerald y The Benny Goodman story de Mr Benny Goodman.
Casualidades de la vida que demuestran que todo fluye y se conecta.
(Repartidos por el artículo tenéis varios links a Spotify para que gocéis)