Hacía tiempo que no leía comics y esta semana he retomado las buenas costumbres. En mi infinita lista de "pendientes" tenía uno de los títulos más premiados, si no el que más, del pasado año en el ámbito nacional: Las serpientes ciegas. Premio salón internacional del comic de Barcelona 2009 al mejor álbum y al mejor guión. Premio a la crítica 2009 al mejor álbum y mejor guión. Premio Diario de Avisos 2009 al mejor guión.
Visto así, uno tiende a pensar "No puede ser malo. Esto no son los premios de la música donde Papito se lleva 15 estatuillas y todos nos reímos.". Y la verdad es que no lo es. La historia tiene su comienzo en el sofocante verano de 1939 en Nueva York. Alguien acaba de llegar a la ciudad y anda siguiendo la pista a un hombre, Ben Koch, que incumplió un pacto. Es la hora de saldar cuentas y los protagonistas en su afán de conseguirlo acaban dando con sus huesos en la España del 39, cuando la Guerra Civil daba sus últimos coletazos y para los republicanos estaba ya todo perdido.
El retrato de los personajes atrapados en sus universos bélicos a un lado y al otro del Atlántico es exquisito. Tonos oscuros y rojizos que hacen darle mayor fuerza y calor al infierno que viven los protagonistas. Un lugar común donde quedan patentes las miserias del ser humano: falta de ideales, traición, avaricia, perversión y un largo etcétera. Con un final sorprendente con el descanso de quien busca y la paz de quien descansa. Un brindis a la melancolía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario